La idea de este libro había surgido en Raquel varios años atrás, pero su mente creativa e inquieta no paraba de producir y generar nuevos proyectos, por lo que el libro se fue postergando y había quedado en eso, una idea.

Raqujel y su genial mirada sobre lo cotidiano fue inspirtación que en muchas oportunidades me llevó a la acción. Compartir el recorrido en una muestra, mantener un diálogo, intercambiar un chat, comentar obrass de otros artistas con ella era dejar volar la imaginación y tener ganas de ponerse a crear. Su sonrisa cómplice, cada vez que me invitraba a espiar algún nuevo proyecto que empezaba a desarrollar, era el preludio para - no cabían dudas - asombrarme con una nueva genialidad. Esa misma complicidad y emoción fue la que sentimos cuando, un año atrás, decidimos encarar juntas el proyecto de su libro.

De principio a fin, el ttrabajo en el libro fue arduo y sostenido, sobre todo a la hora de recopilar todo el material. Pero también fue muy agradable encontrarnos con la sorpresa y la satisfacción que nos regalaban esas imágenes que se habían quedado dorm idas y que a ella misma volvían a maravillar. Entonces asomaba nuevamente la sonrisa de Raquel.

Con mucha amorosidad pero también con firmeza, ella seguía de cerca cada propuesta de la editora. Tenía muy claro lo que quería, lo que no podía faltar. Y en algunos casos, ella misma nos hacía viajar por el túnel del tiem po como nois decía, con su mirada contemporánea, sobre arquitecturas de otra época. Y encima se jactaba de haber hecho algunas fotos con el celular!

Siento que en su mundo sin voz de este último tiempo, Raquel se hizo escuchar como nunca antes lo había hecho. Hoy, este libro, que finalmente pudo ser, es testigo de su trayectoria como fotógrafa, donde su mirada quedará [para siempre impresa en cada una de estas imágnes, y en ellas, su imborrable presencia.

Laura San Martín
Prólogo

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Como palabras finales de este libro de Raquel, en cuya selección y conformación ella logró tener una participación definitoria - y que lamentablemente devino en su obra póstuma - quiero brindar a sus lectores algunas claves que les permitirán comprender, más allá de la belleza de las imágnes, las formas y los colores, las raíces estéticas y conceptuales que iluminaron su pensamiento y su mirada.

Ella fue estudiosa apasionada y admiradora de la estética de Leonardo Da Vinci, de la creatividad de David Hockman, de los laberínticos trabajos de Escher, entre otros. En el plano de la fotografía le impresionaba la creatividad de Man Ray, de Grete Stern, de Horacio Coppola, así como la producción de muchos otros destacados fotógrafos argentinos.

Raquel también encontró inspiración y aprendizaje en las creaciones cinematográficas de Bertolucci, Buñuel, Malle y Fellini. Y, asimismo, la arquitectura fue fuente de inspiración para el desarrollo de su mirada creadora. En ese plano subrayo la influencia de Le Corbusier, Wright y muy particularmente Gaudí.

En el plano filosófico, desde muy joven se sintió atraída por las ensenanzas del filósofo Hermes, por los misterios de la Cábala, y ya en otra disciplina, mostró sostenido interés por conocer los secretos de la astrología. En el campo de la sicología, la concepción de Jung le resultaba profundamente inspiradora.

También tuvo especial interés en los rasgos de la cultura oriental y en la diferencia de sus enfoques respecto al mundo occidental.

La conjunción de esas fuentes explica su firme inclinación por la estética clásica, transformada, por su sensibilidad, creatividad e inteligencia en una contemporánea fuente de belleza.

Confío en que los antecedentes expuestos, por cierto que no únicos en la formación intelectual y estética de Raquel, movilizará a sus lectores a buscar más allá de la superficie y a descubrir en su obra fotográfica, mensajes y código que transcienden lo meramente superficial.

Concluyo subrayando que más allá de sus virtudes artísticas y estéticas, Raquel fue una gran mujer y una adorable compañera de vida.

Rubén Beraja
Palabras Finales